Sincronía Verano 2006

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De la memoria individual a la memoria colectiva: el caso de Canuteros de plomo (Porrúa, México, 2003) de Juan Manuel Negrete*.

 

Alfredo Barragán Cabral

Universidad de Guadalajara

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Canuteros de plomo se publicó en el año 2003 y recibió el premio Jalisco 2004 en el rubro de las letras como novela histórica. La aparición de la novela coincide con la publicación de numerosos trabajos académicos y de otros géneros que abordan temas similares, es decir, el conflicto entre familias y la participación de grupos de jóvenes en la lucha por el poder dentro y fuera de la Universidad de Guadalajara. Asimismo, en un contexto más amplio el tema aquí tratado se encuentra directamente relacionado con los movimientos armados de los años setentas en la ciudad de Guadalajara y en el resto de las regiones del país. En efecto, estos hechos han sido tratados por protagonistas de la época a través de cuentos, novelas, ensayos, así como también recopilaciones periodísticas (ver bibliografía). En el Departamento de Historia de la misma Universidad existe también un marcado interés por llevar a cabo actualmente trabajos de tesis cuyos temas versan desde el tratamiento de la Liga 23 de septiembre, el FRAP, los Vikingos, el conflicto FEG-FER y el barrio de San Andrés. Algunos estudiantes se encuentran todavía en periodo de investigación, pero un par de ellos ya han presentado sus trabajos de investigación.

La novela Canuteros de Plomo merece sin duda un reconocimiento por abordar un tema de la historia reciente de Guadalajara aún por explorar. Una de sus principales características consiste, además, en que su autor es testigo-actor de una gran parte de los acontecimientos que en ella se narran. Es interesante observar cómo este testigo-actor poco a poco y de manera inconsciente se vincula con un grupo más amplio. Su adhesión a éste lo lleva a enfrentarse a su origen y descubre paulatinamente que dentro del mismo existen niveles y marcas entretejidas entre sí. La pertenencia a un grupo lo lleva por lo tanto a descubrir la diversidad y heterogeneidad de otros grupos con los que convive en su mismo espacio, precisamente con los que está en constante confrontación y entre los que destaca la violencia como único mediador de sus diferencias. Es por ello que en este texto destaca la importancia de la recuperación de la memoria individual y colectiva, es decir, se corrobora cómo la memoria social, la memoria colectiva y la memoria individual se van intercalando y sobreponiendo entre sí.

Canuteros de plomo se divide en diez capítulos y cada capítulo se encuentra conformado por varios apartados. La novela cuenta con un narrador omnisciente, el tiempo de la narración abarca de 1949 a 1974 y el espacio comprende el pueblo El Grullo, Guadalajara, San Luis Potosí y Guerrero. Al final de cada capítulo se hace una presentación de los acontecimientos sociales y políticos más destacados a nivel nacional, por ejemplo, la huelga  realizada en el Instituto Politécnico Nacional el año de 1967, la ejecución de Rubén Jaramillo por parte del ejércido el 23 de mayo de 1962, la represión que sufrió Genero Vázquez en 1966 y 1967, sus aspectos biográficos y su asesinato. En los últimos tres capítulos se hace referencia al movimiento guerrillero de Lucio Cabañas, a su levantamiento el 8 septiembre de 1974, a una entrevista que tuvo con la Liga Comunista 23 de Septiembre y finalmente los acontecimientos que rodearon su muerte.

El periodo comprendido en la novela abarca el tiempo en el que Guadalajara se convirtió en el lugar del surgimiento de la guerrilla urbana y al mismo tiempo en un espacio central en el que se ejerció la violencia política a través de asesinatos, desapariciones, secuestros, asaltos bancarios, bombas en negocios, etc. En la novela destacan dos familias con una larga tradición en la pugna por el poder de la Universidad de Guadalajara, es decir, la familia Zuno por un lado, y la familia Ramírez Ladewig por el otro. Al mismo tiempo destaca el grupo de los Vikingos, una comunidad de jóvenes que vivían en el barrio de San Andrés y que luchaban por tener sus propios espacios de participación política, entre los que sobresalieron Arnulfo Prado Rosas, alias El Compa, Raúl López Meléndrez, alias El Petros, Alfredo Delgado, alias El Pocho, Andrés Sánchez, alias el Andy, Sergio El Monaguillo, etc.

El contexto histórico de la novela puede dividirse en tres fases: cuando a los Vikingos, todavía reducidos a una pandilla temida en la ciudad se les unen personajes con una perspectiva ideológica y política que marcan otro rumbo a este grupo; la segunda fase comprende cuando los Zuno los invitan a participar con ellos y fundan la Federación de Estudiantes Revolucionarios (FER), y por último, el periodo de desintegración de la FER y su transformación en la Liga Comunista 23 de Septiembre y en otras organizaciones subversivas.

La novela Canuteros de plomo inicia con el nacimiento de Andrés en el pueblo de El Grullo, uno de los personajes centrales de la narración. La circunstancias por las que atraviesa su familia obliga a Andrés a emigrar con familiares de San Luis Potosí, en donde puede continuar con sus estudios de secundaria y de preparatoria, para después decidir estudiar filosofía, lo que lo lleva a instalarse, en esta ocasión junto a su madre Luz María y su hermana Enriqueta, en Guadalajara. En esta ciudad se establecen en el barrio de San Andrés, lugar en el que pronto se pone en contacto con los Vikingos y en el que conoce a Consuelo, Teresa y Lulú, mujeres con las que establece relaciones sentimentales.

Otro de los personajes centrales de la novela es Ulises Martínez Ortiz. Su familia decide poner tierra de por medio a los conflictos políticos a los que se enfrentaban constantemente en Distrito Federal y se traslada a Guadalajara, en donde Ulises decide estudiar Historia y su hermano Humberto Derecho. Ulises había sido un sobreviviente de la masacre del 2 de octubre, motivo por el que pronto y fácilmente se integra a las juventudes comunistas de la ciudad y en particular de la célula comunista “Ho Chi Minh”. También muy pronto conoce a una tapatía –Vicky- de la que termina enamorado.

La Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Guadalajara se convierte en el espacio en el que coinciden Andrés y Ulises y en el que pronto entablan relaciones y comparten sus experiencias políticas con el objetivo de intentar incidir en el proceso político de la Universidad. Asimismo, los dos personajes también forman parte de la banda de los Vikingos, descrita por el narrador como sigue: “Todos los que vivimos en San Andrés somos canela, somos brothers” (NEGRETE 2003: 68). Añade también que su fama de valientes se ha extendido en toda la ciudad, que su dominio en el oriente es incuestionable y que por ello los de la FEG les tienen miedo.

En este contexto, los dos personajes entienden rápidamente la situación política que se vive en la Universidad y en la ciudad. Su decisión de participar políticamente en la Facultad de Filosofía y el contacto con los Vikingos les permite identificar pronto a los enemigos que van a enfrentar. De la FEG saben “...que obedece a intereses extrauniversitarios. Es un bastión estatal incrustado en nuestra comunidad. Es una camarilla policiaca con disfraz estudiantil” (NEGRETE 2003: 68). Los dos personajes señalan que la FEG manipula a los estudiantes, que no es solidaria con los movimientos estudiantiles nacionales, que se opone a las luchas de otros estudiantes y está a favor de la represión. Además, coinciden en que “La FEG ha crecido en sus nexos con el gobierno, pero también con otras fuerzas que no resultan visibles, tal vez con el contrabando y el tráfico de drogas. De unos años a la fecha su ferocidad se ha recrudecido... Junto a ellos, en contra de ellos o sin ellos, hay que caminar con mucho tiento” (NEGRETE 2003:69). Los dos personajes reconocen que la FEG se ha vuelto odiosa, pero que tiene mucho poder, por ello ya no es necesario cultivar el odio a la FEG, sino aprovecharse de ese odio para ponerle fin.

En cuanto a la Universidad, Ulises y Andrés saben,  por lo que dicen sus allegados, que vive una crisis académica, que sólo es botín y fuente de empleo de la familia que la controla. Además, que ya no cumple con la misión que se le ha encomendado, es decir, darle educación a los jóvenes de posición social baja.

Para los Vinkingos y para nuestros dos personajes el principal enemigo es Carlos Ramírez Ladewig, a quien atribuyen su poder por haber tomado el control de la Universidad apoyándose en la FEG y en el poder de su padre, el ex-gobernador de Jalisco, Margarito Ramírez. Ellos saben que  “alrededor del Orate hay muchos desalmados. La mafia lo ha hecho fuerte. Son todos unos malandrines”(NEGRETE 2003: 287). Entre esos malandrines se destaca a: Genaro Cornejo, Pepe Zuno, Adalberto Gómez Rodríguez, Hermenegildo Romo García, Enrique Zambrano Villa, Enrique Alfaro Anguiano, Nacho Mora Luna, Fernando Medina Luna, entre otros. En este contexto consideran al Partido Revolucionario Institucional (PRI) como una mera faramalla, una agencia de colocaciones, un partido de estado, y en cuanto al gobierno sostienen que “...es mudo, sordo y ciego. No se fija a quien reprime, ni le duele desaparecer a nadie. No escucha ruegos de viudas o huérfanos. Es la crueldad pura. Es insolente. Calla, cual estatua de piedra, ante cualquier reclamo. Jamás se justifica, jamás se conduce, jamás pide perdón. Tenemos en él a nuestro peor verdugo, como si fuera el enemigo malo”( NEGRETE 2003: 35).

Al tomar como base estas valoraciones, Andrés, Ulises y los Vikingos consideran como única posibilidad de participación en la Universidad el enfrentar y derrotar a Carlos Ramírez y a la FEG, para después intentar cambiar la vida política estudiantil y el ambiente académico en la Universidad de Guadalajara. El inicio de su proyecto contempla coordinar las diferentes fuerzas que se habían aglutinado alrededor de las células comunistas “Ho Chi Minh”, los Vikingos y los estudiantes universitarios, particularmente de la Facultad de Filosofía y Letras. Una vez dado este paso este movimiento se consolida cuando se les suma la familia Zuno y sus Juventudes Juaristas. Ya conformado este frente la tarea que se proponen llevar a cabo es participar en las elecciones estudiantiles, ya que consideran que a través de su triunfo en las elecciones pueden conquistar el movimiento estudiantil y así poner en claro que la FEG ya no responde a los intereses de los estudiantes de la Universidad de Guadalajara. La Federación de Estudiantes de Guadalajara, sin embargo, decide no arriesgarse a perder el control del movimiento estudiantil y no les permite participar en las elecciones. De esta forma los Vikingos, las células comunistas “Ho Chi Minh” y los Zuno con sus Juventudes Juaristas deciden fundar el Frente de Estudiantes Revolucionarios (FER), a pesar de saber que su fundación provocaría un enfrentamiento con la FEG. Su estrategia consiste en organizar mítines en las diferentes escuelas y facultades de la Universidad de Guadalajara. Una de sus primeras acciones es apoderarse de la Casa del Estudiante ubicada en donde antes habían sido las oficinas de la Federación de Estudiantes Socialistas de Occidente (FESO). La toma de este lugar es llevado a cabo sin contratiempos, y este espacio es el que pasa a convertirse en su centro de operación. Cuando el FER se apodera de este espacio ocasiona que Carlos Ramírez Ladewig y la FEG se pongan alertas. Los mítines organizados por la FER inician en las facultades de Ingeniería y Ciencias Químicas y después pasan al Politécnito, en donde finalmente se da un enfrentamiento armado que tiene como resultado el asesinato del presidente la FEG. En la novela se señala como consecuencia de este acontecimiento el que se  desencadene una persecución por parte de la policía contra miembros de la FER. A éstos se les obliga, por lo tanto, a ocultarse y actuar clandestinamente, lo que lleva a la desintegración de la organización. En la narración se destaca la detención de integrantes de la FER y la desaparición de algunos de ellos, como es el caso del personaje Ulises Martínez Ortiz.

En Canuteros de plomo también se menciona cómo de estas fuerzas dispersas surgen diversos movimientos clandestinos, pero es a la Liga Comunista 23 de Septiembre a la que se le da especial atención, ya que Andrés Sánchez Camacho, el otro de los protagonistas de la novela, pasa a formar parte de su coordinación. Como estrategia de acción de la Liga Comunista se mencionan en la novela secuestros, asaltos bancarios, entre otros, y al final de ésta se relatan los intentos que realiza la Liga por atraer al destacado guerrillero rural Lucio Cabañas a la guerrilla urbana, quien sin embargo no acepta la invitación a participar y les sugiere desmovilizarse y concentrarse en la concientización de las masas y esperar un mejor momento para enfrentar al gobierno a través de un movimiento armado.

La novela Canuteros de Plomo no solamente aborda las tres fases arriba descritas que concluyen con la formación de la Liga Comunista 23 de Septiembre y su relación con la lucha que se da para obtener el control de la Universidad de Guadalajara, sino que también dedica gran parte de su narración al ambiente, a la cotidianeidad de esos años en la ciudad de Guadalajara. Destaca, por ejemplo, la descripción de algunos barrios, o la de los lugares en los que se reunían los jovenes, por ejemplo, el  Zarape, el Nopal, el Uno-Dos-Tres, el Mayra, el Cine Colón, el Farol, el Tekare, Mariscos Lalo, la Alemana, el Lido, el Cue, el 25, el Cubilete y muchos más. También nos encontramos con la descripción de muchos edificios típicos de Guadalajara o de los lugares de paseo para los jóvenes de esa época, como los paseos a la barranca o a Chapala.  Por otro lado, también destacan las biografías de algunas personalidades de la Universidad de Guadalajara, en especial de la Facultad de Filosofía y Letras, como por ejemplo, Francisco Ayón Zéster, José Cornejo Franco, Edmundo Ponce Adame, así como también de personajes relacionados con la fundación de la universidad, como Fray Antonio Alcalde, Prisciliano Sánchez, José Guadalupe Zuno, Enrique Díaz de León, entre otros.

 

La novela Canutero de Plomo es sin duda una novela histórica. Mi área de estudio, la Historia, me ha llevado a concentrarme en el aspecto histórico de la novela. Como documento histórico la novela de Juan Manuel Negrete es un texto muy interesante, en particular por existir aún muy pocas investigaciones que se ocupen de este periodo de la historia de Guadalajara y de la Universidad de Guadalajara, un periodo por demás aún muy polémico. El papel del autor de la novela como testigo de muchos de los acontecimientos es decisivo para el tratamiento del texto, ya que éste retoma y revivifica, en un intento por reconstruir los hechos a partir de su propia experiencia y apreciación de los hechos, el pasado inmediato que contiene las raíces del presente de la Universidad de Guadalajara. Considero, por lo tanto, que la novela se caracteriza por tener un tono muy personal e incluso ser el resultado de un diálogo del autor consigo mismo. Un aspecto que nos lo revela es el tratamiento de ciertos personajes o acontecimientos, en ocasiones demasiados perfectos. El acercamiento a este periodo histórico abre, sin duda, una discusión sobre la tendencia en la novela histórica, de conferirles a los sucesos una nueva significación. Muchas veces se escribe explícitamente en contra de la imagen transmitida y presente en la memoria colectiva, pero en este caso se trata de rescatar la memoria, es decir, de un intento por rescatar del olvido o tal vez del descuido en el que se ha tenido un periodo tan interesante de nuestra ciudad y  de nuestra universidad.

 

* Este texto es una versión modificada de la presentación del libro Canuteros de Plomo de Juan Manuel Negrete llevada a cabo el 23 de junio de 2006 en el Instituto Goethe en el marco del Programa de actividades de la Asociación de Profesionistas Exbecarios de la República Federal de Alemania (APERFA) , titulada “Semana de autores de APERFA”.

 

 

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